Quienes somos

Nuestra historia

Flor de Azahar nace como un homenaje.
Un homenaje al campo, al caficultor, al aroma que antecede el fruto.
Inspirados en la flor que anuncia el café, celebramos el legado cafetero de Santander y de Colombia, con un café que cuenta historias desde la raíz.

Despierta y huele el café.

Cada grano de Flor de Azahar proviene de fincas seleccionadas donde el respeto por la tierra, el cuidado artesanal y la excelencia sensorial son parte del día a día. 🌄 Cultivado en municipios como Curití, Aratoca y San Gil. ☕ Notas auténticas: vainilla, canela, panela, frutos rojos y más. 🌱 Variedad: Castillo | Puntuaciones SCA: 84+ Cada lote es una obra viva del café colombiano.

Nuestro café

Cada grano de Flor de Azahar proviene de fincas seleccionadas donde el respeto por la tierra, el cuidado artesanal y la excelencia sensorial son parte del día a día.
🌄 Cultivado en municipios como Curití, Aratoca y San Gil.
☕ Notas auténticas: vainilla, canela, panela, frutos rojos y más.
🌱 Variedad: Castillo | Puntuaciones SCA: 84+
Cada lote es una obra viva del café colombiano.

Buenas prácticas

✅ Cultivo con Respeto por la Tierra

✅ Trabajo Digno y Colaborativo

✅ Innovación con Raíces

✅ Trazabilidad del Origen

✅ Selección Manual y Artesanal

✅ Secado Natural y Responsable

✅ Tostión de Precisión

✅ Packaging Consciente

✅ Educación y Transparencia

✅ Respeto como Filosofía

Cada taza de Flor de Azahar refleja un compromiso real: cultivar con respeto, trabajar con alma y entregar café con propósito.

47 años de respaldo técnico
Detrás de Flor de Azahar hay casi medio siglo de experiencia en innovación cafetera, desarrollada en Colombia por ICAPRO SAS, con tecnología propia y enfoque en sostenibilidad.
de selección manual de cerezas
Cada grano de Flor de Azahar es seleccionado a mano en su punto óptimo de madurez, asegurando calidad sensorial y trazabilidad completa.
menos consumo de agua
Gracias a maquinaria ecológica desarrollada por ICAPRO, nuestros procesos de beneficio húmedo utilizan hasta un 65% menos agua que los métodos tradicionales.
Café de Colombia

Por qué es tan especial

En lo más profundo de nuestras montañas, entre neblinas y suelos fértiles, nace un café que conquista paladares en todos los continentes. Desde los cafetales de Santander hasta las tazas en Tokio, Nueva York o Berlín, el café colombiano es símbolo de excelencia y autenticidad.

  1. Altitud y microclimas: Colombia cuenta con condiciones geográficas ideales que permiten cultivar café durante todo el año y en múltiples regiones. Cada grano desarrolla sabores únicos gracias a estas variaciones naturales.
  2. Recolección manual: A diferencia de otros países productores, aquí se seleccionan a mano solo las cerezas maduras. Este cuidado artesanal garantiza una calidad superior en cada taza.
  3. Diversidad de perfiles: El café colombiano no es uno solo. Tiene múltiples rostros: afrutado, floral, achocolatado, dulce o especiado. Cada región aporta una personalidad distinta, y esa riqueza sensorial enamora al mundo.
Un café innovador, elegante y moderno

así es Flor de Azahar

En un mundo donde el café evoluciona de ritual cotidiano a experiencia sensorial, Flor de Azahar Coffee se posiciona como una marca que va más allá de lo tradicional. Es café, sí, pero también es diseño, innovación y homenaje.

Cada una de nuestras ediciones ha sido pensada como una declaración de identidad. Desde la pureza minimalista del empaque blanco de la línea Premium, hasta los contrastes sensoriales de Santander Amarillo o la intensidad del Santander Rojo, Flor de Azahar reinventa la forma de presentar y disfrutar el café colombiano.

Innovador, porque no solo homenajeamos el pasado: colaboramos con inventores, tostadores y caficultores que aplican tecnología limpia, procesos sostenibles y técnicas modernas de beneficio.

Elegante, porque entendemos que el café también entra por los ojos. Nuestro diseño visual combina sofisticación con origen, y cada color de empaque comunica una personalidad distinta. Es café de especialidad que también se siente premium en la experiencia de marca.

Moderno, porque conecta con un consumidor que valora la trazabilidad, la historia y la intención detrás de lo que consume. Nuestras redes sociales, narrativa visual y contenido buscan educar, emocionar y fidelizar desde el primer clic hasta el último sorbo.